jueves, 5 de abril de 2012

Me siento

Me acabo de dar cuenta que me siento atrapado en una pequeña prisión (de paredes blancas, muchos libros de teología y psicoanálisis, y muebles que recuerdo desde pequeño) conservadora que limita con un convento de clausura y un manicomio poco cuidado por parte del gobierno local.
Cada palabra que digo es una mirada terrorífica. Cada cosa que vaya contra la biblia o autoridades divinas es sentenciada a muerte. Cada insinuación hacia grupos minoritarios mal vistos por la fe es una mirada desaprobatoria. Cada cualquier-cosa-que-diga es juzgada.
Me sofoca. Me sofoca tener que medir constantemente mis palabras. Me hace mal no poder confiar en mis seres cercanos cosas que me pasan. Me cuestiono tantas cosas de esta casa, pero aún así sigo en ella. Sé que no lo hacen de malos. Sus mentalidades son así y... bueno, debo respetarlas; no como ellos hacen conmigo. Siento que el respeto que tienen para conmigo es un respeto demagógico, se creen geniales por darme las pocas libertades que me dan, seguramente.
Tal vez es cosa mía. Capaz yo miro todo esto desde una perspectiva totalmente diferente. Bah, capaz no: Lo veo desde una perspectiva totalmente diferente. Y no creo que eso este mal, está bueno evaluar muchas perspectivas para un mismo tema. Es lo que siempre pretendo y trato de hacer.
De todos modos, no estoy bien. Estoy muy inestable sentimentalmente, a decir verdad. Mal de amores, la familia, la escuela, los ochenta mil trabajos practicos y parciales... nada ayuda a que mi estado emocional cambie. Sin embargo, quiero aclarar que tuve unos días hermosos, pero mis emociones no saben mucho como lidiar con la felicidad. Creo que ese es el problema.

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