Siento en tus ojos que no soy lo que querías. Siento que no complací, ni complazco, ni estoy planeando complacer ese ideal tuyo sobre mí.
Es muy fácil ver, porque no evitas que se vea, que no soy para nada como te hubiera gustado que sea.
Te hablo, y pones caras. Te hablo, y bajas la mirada. Te hablo, y tratas de cambiar lo que digo.
Creo que tuvieron miles de expectativas, y ninguna de ellas contemplaba mis decisiones. No ven las cosas con mis ojos, ni pretendo que lo hagan (porque yo mucho no los entiendo a ustedes, tampoco), sino que lo acepten.
Y bueno, la vida. Se me suma a mis elecciones para el futuro, sostener sobre mí el difícil sentimiento de la decepción.
En otras noticias, menos deprimentes, aprobé el First Examination. Pensaba, realmente, que no lo iba a poder lograr. Apesar de mi desesperanza, me desperté entusiasmado a las doce del mediodía, conecté la batería de la notebook, y entré a la página del FCE para ver la nota (dicho sitio de internet me lo había guardado como página de inicio el día anterior). Una vez que ingresé, busqué desesperadamente la ubicación de la nota. Una B me miraba a la vez que yo la miraba, y salté extasiado, diciendo a lo Charly García, english no more.
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