miércoles, 12 de septiembre de 2012

Esfuerzo. Un poquito más, nomás.

Bueno, buenos noche, no-lectores.
Volvieron los chicos de bariloche, y empezó la exigencia escolar otra vez. No quiero. ¡Ah, por Dios, que horror! No sólo tengo una paja cósmica que no me permite concentrarme en materias tan geniales como matemática (¡JÁ!), sino que también ando con algo así como bronquitis. Sí, encima eso. Estoy que no estoy para nada. Ahora tengo que ponerme a analizar la constitución nacional, y mañana tengo que empezar a hacer los ejercisios de matemática. Buenísimo, eh, buenísimo.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Nuevos comienzos

Bueno, partiendo de las frases "Nunca se es el mismo luego de haber leído un libro" (no puedo recordar bien la frase, ni quién la dijo... pero el concepto me encanta), y "Si el libro que leemos no nos despierta de un puñetazo en el cráneo, ¿para qué leerlo? Un libro tiene que ser el hacha que rompa nuestra mar congelada." (de Franz Kafka); y también partiendo de varios hechos autobiográficos recientes, digo lo siguiente:

Leer Demián, de Hesse; me ha hecho pensar muchísimo. Bueno, en realidad, no sé si lo genial es eso, o que de hecho Demián es la versión escrita de miles de pensamientos que me surgían y me atormentaban (y sí que me atormentaban tremenda y terriblemente) hace un tiempo atrás en cuanto a cuestiones religiosas. Ahora, eso llevado a nivel vida diaria es un tema totalmente interesante. Más allá de que exista o no un Dios, que ese Dios contenga las maldades y demonios de uno, que ese Dios sea Dios o Diablo, Verdugo o Ángel... lo importante es qué queremos que nuestras vidas contengan y el rumbo hacia el que ellas irán. Para esto, es necesario romper prejuicios internos, pre-conceptos creados, y el mundo mismo: las ideas del montón, las cadenas que tenemos todos, nuestros propios paradigmas obsoletos (o que consumimos de forma inconciente). Sé que no estoy diciendo ninguna genialidad, y es posible que aún Demián (Hesse) no haya dicho ninguna genialidad, pero el simple hecho de verlo en palabras, y sufrirlo al leerlo, es un punto de partida genial para replantearse, o pensar, muchísimas cosas.

Por otra parte, otros hechos, me han hecho dar cuenta que debo dar un nuevo comienzo a muchísimas cosas. Dar un nuevo comienzo al amor, a los lazos interpersonales, a los lazos intrapersonales, al mundo, a mi vida, a mis estudios, a mí mismo. Debo hallar ese pequeño egoísmo que yace en mí para cuidarme un poco más, para encontrar qué es lo que quiero, y lo que busco. Mi destino. Bueno, no sé si existe o no mi destino. Lo que importa es que, sea lo que sea que haga, será lo mejor que yo quiera para mí, y seré yo quien lo labre. Pero no quiero, para nada, estancarme en la tristeza y depresión por lo fallido. Lo fallido, bueno, se quedará ahí, fallando y aburriéndose en el fondo de mis recuerdos. Mientras tanto, quiero saber que di lo mejor de mi para no fallar de vuelta. Y si fallo, bueno, fallaré mejor.

Bueno, les juro que no me volví ni Buda ni Nietzsche, pero está bueno sacar afuera cada tanto los pensamientos enredosos y de semi-esperanza que tiene uno mismo para con uno mismo. Mañana empiezo a ir al cole de vuelta (falté una semana para descansar), y espero empezarlo con todo. Con las últimas ganas que tengo que meterle en el año. Luego, vacaciones, trámites, y facu. Vamos que se puede.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Cumpleaños. (Cuento-Ficción)


Me siento solo pensando que nadie cumple años conmigo. Es solitario. ¿Nadie más que yo se pone un bonete, y sopla las velas el séptimo día del mes de Marzo? ¿Nadie más hace un círculo color rojo en el almanaque cuando recién se compra uno, en el cuadradito que dice siete, en la página de Marzo? ¿Nadie más, a partir de Enero, se emociona por Marzo? ¿Nadie tiene la ambivalencia de querer y odiar que llegue Marzo?
Me siento solo. Me siento solo siendo el único que hace esto. Cumplir años es una tarea solitaria. Todos se confabulan contra uno. ¡Vamos! ¡Es una confabulación! ¡Todos hablan entre ellos sobre lo que harán el día de tu cumpleaños! Y tú, solitario y anecdótico en la mente de tus amistades, haces de cuenta que no sabes nada. ¡Pero qué mentira más grande! Yo lo sé todo. Ustedes lo saben todo.
No sólo es solitario, sino que también tenemos el deber de mentir. ¡Qué peso más grande hacerse pasar porque no sabes nada al respecto! Te regalan humillación, incertidumbre, y soledad. ¡Paranoia! ¡No olvidemos la paranoia! Algunos la sufren. Por suerte, yo no.

martes, 4 de septiembre de 2012

"Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo." - Albert Einstein.
Para probar, por qué no, voy a ir hoy con M a hacer acrobacias en telas. Veré qué onda, siempre quise probar. Capaz que hasta me gusta, y sigo yendo. Tengo miedo de quedar desconyuntado o algo así(?), pero bueno, no creo.

Por otra parte, mañana hay cine gratuito en un CC, capaz voy con M. Sino va conmigo, estoy decidido a ir solo. Sé que es tremendamente patético, pero lo veo como algo lindo. I mean, son mis últimos días para disfrutar hasta que los chicos vuelvan de Bariloche.Quiero hacer todo lo que este a mi alcance este tiempo. No quiero arrepentirme y decir "Quedé en mi casa como una gorda deprimida". No. Aprovecharé todo este tiempo a full.

Also, ayer terminé Casa de Muñecas. No sé cuál otro libro empezar. Tengo muchos en la biblioteca que me llaman desesperadamente(?). Bueno, c'est l'vie.

Saludows!