miércoles, 14 de octubre de 2015

Cuando yo me vaya, de Diana

Cuando yo me vaya

"Cuando yo me vaya no quiero gente de luto. Quiero muchos colores,  bebidas y  abundante comida; Esa que de niñ* me hacia  falta.

Cuando yo me vaya no aceptare críticas;  mas razonable y serio seria que me las hagan en vida
Cuando yo me vaya desearía una montaña de flores… Esa que l*s mil amores por los que he sufrido nunca supieron regalármelas

Cuando yo me vaya no quiero farsantes en mi despedida; quiero a mis travas queridas, a mi barrio lumpen a mis herman*s de la calle, de la vida  y de la lucha..

Cuando yo me vaya se que en algunas cuantas conciencias abre dejado la humilde enseñanza de la resistencia trava, sudaca, originaria.

Cuando yo me vaya quiero una despedida sin cruces ; tod*s saben sobre mi atea militancia
Y sin machos fachos porque también; saben  sobre mi pertenencia  feminista.

Cuando yo me vaya; espero haber echo un pequeño aporte a la lucha por un mundo sin desigualdad de genero, ni de clase


Cuando yo esta humilde trava se vaya; No me abre muerto …simplemente  me iré a besarles los pies a la pacha Mama."

Escrito por Diana, trans asesinada por la violencia de género y la masculinidad hegemónica. Por la ignorancia y el sistema.

viernes, 21 de agosto de 2015

Empecé

Empecé a fumar para que vengan los bondis,
y me lleven lejos, donde el humo me tape.

Empecé a golpearme la mano contra la pared,
para que se me haga sobrehueso.

Yo me arriesgo a los riesgos,
que beneficios lindos
ellos me dan.

Tomo de todo,
menos ácido fólico,

para no tener bebés.

lunes, 26 de enero de 2015

zona segura

El pecho se me cierra sobre el mantel  a cuadros de la mesa. Miro para todos lados, buscando un lugar seguro.
Todo me transmite la intranquiliad que mi cuerpo no busca. Se encienden cigarros en mi cabeza, me como las uñas, aún mientras empiezo a excarvar una herida de la pierna. Me lleno de sensaciones.
Mi madre me mira, ya cuando se siente impresionada por la sangre en mi uña por la herida.
-¿Estás bien? – Me pregunta, por primera vez, tratando de no querer saber expresamente que me sucede.
Le sonrío y me voy al cuarto.
Canto una canción que se me viene, catárticamente, a los labios.

“Y el río suena debajo de aquella alfombra,
Porque los peregrinos acuáticos quieren el terciopelo,
El terciopelo de tu desencanto,
Esa textura odiosa y brillante”

Me tiro, cantando, a la cama. Me ladeo hacia al lado de la pared, y recorro cada centímetro de ella con la mirada. Me veo, lentamente, caminando por ahí… me veo a mi mismo. Soy un punto móvil. Me dirijo poco a poco para donde me encuentro. Tengo miedo de que ese punto, tengo miedo de yo volver a mí. A fusionarme con mis lágrimas. A transformarme en aquél río debajo de la alfombra. Porque no debe llegar hasta mí. No debe. Yo era una zona segura.