No contaré qué es lo que pasó, porque ya no tiene sentido, pero les dejo aquí un poema que escribí en aquellos momentos:
En Buenos Aires caminé sin cesar,
en Paraná mi corazón se quedó,
cerca de Riestra mi corazón se rompió,
y en la cabellera, mi color me traicionó.
Las lágrimas son consuelo
luego del llanto sin sonido,
que ni el arte una canción aprovecharía
con un repertorio de tres y un metido.
La tarea para el Jueves,
y el estudio para el Martes,
me esperan en la cama,
somnolientos y desvelados.
Un poema normal, pero, me sirvió mucho para desahogarme en el momento.
¡Pasemos a otra cosa! Y sí, mucho más alegre.
Este fín de semana será bellísimo, al menos, lo es en mi mente. Lo sé, sé que no iré con todos mis compañeros a donde irán ellos y que quieren que vaya, pero... mi ánimo me reclama salida con mis mejores amigas y en otros ambientes. No tengo porque darles muchas explicaciones, ni se las di, ni se las daré. Pero necesito ver gente distinta por unos días, aunque les pueda sonar muy egoísta a ellos (los adoro, pero los veo todos los días, ¡che!).
Saldré con M el Sábado y me llevará a pasear por librerías y luego iremos a ver una varieté. Suena como un programa prometedor, empezamos porque es con M, y concluyendo con la palabra varieté. Estoy emocionado porque también significa salir con una mentalidad distinta después de todo lo que me pasó estos días. (Además, me mandó un mensajito recién que me alegró el día, y los años seguideros)
El Domingo, saldré con D, si todo sigue en pie. No sé dónde iremos, pero, ¿cuándo en verdad sabemos dónde iremos? La aventura empieza al subirse al 5, y esperar a ver donde bajarnos de él. Me encanta. Y hace un montón que no la veo.
En fín, necesito de este fin de semana para seguir existiendo como un ser feliz y simpático en esta tierra *se ríe tontamente*.
Bueno, he aquí mi vida. Sólo me queda sacar los brownies del horno, almorzar, e ir a la escuela.
Orbua!
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